Como ya os comente en mi anterior entrada, el martes estuvimos llevando a cabo el taller de hacer pan. Todo salió genial, nos lo pasamos muy bien y nos divertimos tanto como los niños.
Llegamos a las 9:30 de la mañana allí, donde los niños ya nos esperaban. Desde como nos recibieron todo fue perfecto. Los niños ya estaban en el aula y pudimos entrar aun no estando la profesora con ellos. Les explicamos que íbamos hacer pan, aunque ya lo sabían. Pero antes de bajar al laboratorio donde tienen el horno, hicimos la ¨harrera¨ con ellos como hacen a diario; el día que es, el tiempo, quien falta...
Una vez bajamos abajo, empezamos a explicar como íbamos hacerlo y a su vez enseñándoles los ingredientes. En diferentes envases empezamos entre todos hacer la mezcla, el agua, la levadura, la sal, la harina. Y llegó el turno de empezar a mezclar. Es entonces cuando algunos niños no querían mancharse, y como es normal se respeto y disfrutaron igual viendo a sus compañeros. Cuando la masa ya no se pegaba la pusimos encima de la mesa, y los niños que no querían mancharse mostraron interés y ganas en empezar amasar ellos también.
Al ver eso, repartimos a cada niño una bola de masa para que cada uno le diese a su pan la forma que quisiera. Hubo de todo, desde panes alargados, a focas, toros e incluso asientos. Pudimos ver que eran niños muy autónomos y con mucha creatividad!
Cuando ya todo esta reposado y el horno caliente metimos la bandeja con los bollos al horno. La espera se hizo larga pero mereció la pena, porque comimos un pan buenísimo y les sobro hasta para merendar por la tarde con chocolate.
Además mientras los bollos se horneaban, nos ofrecieron ir a ver un teatro que hacían los niños de cuarto.
Esperamos poder volver hacer este tipo de talleres a lo largo del curso y de la carrera. Porque aprendemos tanto como los niños!